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INSEMINACIÓN ARTIFICIAL

Una poderosa herramienta de manejo reproductivo

Una poderosa herramienta de manejo reproductivo

Por Raúl Sara(1) y Sergio Marcantonio(2)

(1) Médico Veterinario. Director Técnico del CRB.

(2) Médico Veterinario. Profesor de Teriogenología de la FCV-UBA.

Introducción

La Inseminación Artificial ha demostrado ser la biotecnología aplicada a la reproducción más exitosa para la mejora genética de los animales de importancia zootécnica, especialmente en la industria bovina.

Pero comencemos definiendo qué se entiende por inseminación artificial (IA). Se trata de una técnica de reproducción que consiste en colocar en forma instrumental semen de un determinado macho en el aparato genital de la hembra de la especie correspondiente con la finalidad de lograr la preñez.

Dado que el hombre participa activamente en este proceso -decidiendo cuándo, cómo y dónde colocar el material seminal dentro del aparato genital femenino-, la técnica reúne la condición de ser “artificial”. El componente artificial no se limita a los pasos que debe dar el inseminador en el campo. Se inicia con el proceso de elaboración de las dosis de semen. Justamente son los centros de inseminación artificial (CIA), más correctamente denominados Centros de Colecta y Procesamiento de Semen (CCPS), los encargados de extraer, evaluar y procesar el semen de toros de alta calidad genética, denominados “toros dadores”, para lograr el producto final que es la dosis de semen congelado en pajuelas.

Aporte de la IA a la ganadería

La IA constituye una poderosísima herramienta de mejoramiento genético, a través de un doble mecanismo que interactúa como un círculo virtuoso:

a) Aumenta el potencial reproductivo del toro

b) Aporta precisión en la elección de los toros mejoradores

La IA permite aumentar enormemente el potencial reproductivo del toro, lo que posibilita aprovechar los individuos de alta calidad o “mejoradores” sobre una mayor cantidad de vientres y por lo tanto “masificar” los genes favorables desde el punto de vista productivo.

La ganadería bovina selecciona los más valiosos toros sobre la base del desempeño productivo de su descendencia, un punto de suma importancia debido a que un pequeño número de toros seleccionados es utilizado para inseminar una extensa población de hembras.

Una vez que los toros han sido seleccionados, la meta consiste en diseminar sus genes entre la población, sin comprometer las tasas de preñez. El objetivo de la industria de la IA consiste en maximizar la cantidad de descendientes producida por toros seleccionados por su superioridad genética, es decir, diseminar mejoramiento genético a la población bovina con la mayor eficiencia posible.

De una cuidadosa valoración de la fertilidad dependerá la utilización futura del material seminal y el grado de aprovechamiento de los eyaculados obtenidos a lo largo de su vida reproductiva. El conocimiento de la fertilidad o de la capacidad fecundante de cada toro se convierte en uno de los principales objetivos en la producción de semen bovino. Para garantizar el mayor resultado posible de la IA, los toros Genéticamente Superiores y con Aptitud para la Reproducción Bovina, son controlados mediante un examen andrológico y sanitario.

A partir de la criopreservación, el semen puede ser utilizado indefinidamente en el tiempo. Esta condición permite acceder al uso de reproductores, independientemente de las variables tiempo y lugar. Hoy es posible utilizar semen de un toro que esté ubicado en cualquier lugar del mundo. De alguna manera la IA fue uno de los primeros ejemplos de “globalización”. Por otra parte, el empleo de la IA con semen congelado posibilitó realizar una selección objetiva de los reproductores a través del uso de las denominadas pruebas de progenie. Estas pruebas logran definir objetivamente la capacidad de los reproductores para transmitir sus características a la descendencia o progenie.

Como ventajas adicionales, la IA permite:

Controlar las enfermedades venéreas, siempre y cuando se utilice semen que cumpla con los requisitos sanitarios indispensables.

 Evitar la costosa reposición de toros y su mantenimiento.

 Controlar las distocias, debido a la posibilidad de contar con información confiable de cuáles son los reproductores que producen hijos con bajo peso al nacer.

 Reducir la cantidad de toros necesarios en el rodeo.

 Facilitar la implementación de programas genéticos de cruzamientos, en los que se emplean reproductores de distintas razas.

IA a tiempo fijo (IATF)

Los tratamientos de IATF son capaces de inducir y sincronizar las ovulaciones de un grupo de bovinos en un corto período, permitiendo realizar inseminaciones en un momento prefijado, lo que se denomina una inseminación artificial a tiempo fijo (IATF).

La adopción de programas de IATF aporta básicamente dos clases de beneficios productivos:

a) Facilita la adopción de la IA y con ella todas sus ventajas.

b) Contribuye a una mejora en la distribución temporal de las preñeces.

La IATF permite adelantar la fecha de concepción promedio de los animales tratados, con el consecuente incremento de la cantidad de kilos de terneros destetados. La mayor cantidad de kilos se logra por el aumento de la tasa de preñez al principio de la temporada de servicio -mayor cabeza de preñez- y el adelantamiento de la misma en las vacas cola de parición. La suma de ambos efectos produce un mayor peso promedio de los terneros al destete.

Ventajas de un programa de IATF

 Facilita la incorporación de la IA.

 Acorta el período de inseminación.

 Reduce el uso de horas-hombre.

 Aumenta la cabeza de parición.

 Amplia el rango de reproductores a utilizar.

 Permite la incorporación de múltiples cruzamientos.

 Posibilita mejor atención al parto por acortamiento del período de parición.

 Facilita el destete precoz por disponer de un lote más homogéneo.

 Reduce la necesidad de toros.

Si bien cada planteo requiere un análisis individual de los beneficios, resulta orientador el trabajo realizado por los médicos veterinarios Lucas Cutaia, Guillermo Veneranda y Gabriel Bó, que permitió cuantificar los beneficios productivos de la IA, al comparar el peso al destete de los animales nacidos por esta técnica con el de los nacidos por servicio natural. Los terneros nacidos por IATF fueron 34 kg más pesados al momento del destete que los originados en el servicio natural (diferencia de peso al destete del 20%). Parte de esta diferencia (20 kg) fue atribuida a que los terneros del grupo IATF nacieron más temprano en la época de parición y parte al incremento en el peso de los terneros (14 Kg), debido a la superioridad genética del toro utilizado en IA (Figura 3). A esta producción de kilos extra hay que sumarle los beneficios originados por la necesidad de una menor cantidad de toros.

En el otro platillo de la balanza están los costos de la implementación de la IATF. Calculemos el costo del programa de IATF para 100 vientres en 1.200 kg (tratamientos hormonales, semen y honorarios profesionales). Esto implica un costo de 12 kg por vaca ingresada al servicio.

Como conclusión, podríamos afirmar que la implementación de programas de IATF en rodeos de cría es una herramienta viable, que produce retornos económicos inmediatos, basados fundamentalmente en las diferencias de kilos obtenidos al destete y un ahorro en la cantidad de toros.

Historia de la Inseminación en Argentina

Génesis de la Inseminación Artificial en Argentina

Jorge E. B. Ostrowski

Editorial Hemisferio Sur S. A., Buenos Aires, 160 págs.; 2005.

Con los estudios de Medicina Veterinaria en la Argentina, implantados en 1883, en Santa Catalina, comenzó un período de desarrollo y avance de los conocimientos de esta disciplina, que no se ha detenido en el tiempo y que sigue con un ímpetu sin pausa, por el contrario, adquiriendo cada vez mayor importancia por la circunstancia apuntada que obliga a su presencia en las diversas áreas que hacen a su competencia.

Esto hace que en el lapso transcurrido hasta nuestros días, en cada una de esas áreas se hayan producido acontecimientos que en su conjunto entretejieron una historia propia, con situaciones y actores de definido perfil.

Como es lógico, la especialidad de la Reproducción Animal a la que se dedicó el Dr. Ostrowski no pudo sustraerse a esta evolución, producto de quienes tomaron en su momento con dedicación, entusiasmo y responsabilidad la decisión de aplicar en la Argentina las nuevas técnicas del manejo de la reproducción que ya se habían desarrollado en otras partes del mundo.

Estas nuevas técnicas fueron adquiriendo características propias, que posibilitaron su identificación y que constituyeron un campo propio de estudio y de aplicación. Una de ellas es la Inseminación Artificial, que sufrió una adaptación especial a las condiciones del medio en nuestro país. De ahí entonces, el primer acierto del Dr. Ostrowski al titular su obra “Génesis de la Inseminación Artificial en Argentina”, nacimiento de una técnica generalizada en el mundo pero que a partir de un momento dado se particularizó en la Argentina.

En esta faceta de historiador, el autor corre con una ventaja importante, debido a que no solo ha investigado en este tema y practicado su aplicación, sino que también ha sido testigo de la evolución del conocimiento intrínseco correspondiente, conocido a muchos de los que trabajaron con ese tesón que señalábamos antes, ha colaborado con algunos de ellos y ha impulsado y orientado en oportunidades trabajos de esta índole.

Resultado de todo este esfuerzo, y aquí viene el segundo acierto, es reunir la documentación que avala la historia de esta actividad en nuestro país, en un volumen que muestra en profundidad la inseminación artificial en distintas especies y ofrecerlo no solo a los versados en la misma sino también a lo que no lo son. A los primeros, porque podrán revivir en su recuerdo de lo que en algún momento fueron protagonistas o simplemente testigos y, a los segundos, incursionar en un aspecto de la reproducción animal que no ha sido estudiado a fondo por ellos.

A través del enunciado de cada capítulo se podrá advertir que el tema ha sido tratado en forma completa: Ellos son: “El Desarrollo de la inseminación artificial en el mundo”; “Nuestros primeros años de la inseminación artificial (1934-1974) “, (El encadenamiento de hombres, nombres y hechos. Cronología del uso de la I. A. como herramienta de mejoramiento genético y de algunas de sus tecnologías en Argentina); “La implementación práctica de la inseminación en bovinos hasta 1960, (Los precursores. Inseminación artificial en rodeos de cría. Inseminación artificial en tambos); “Las estancias y cooperativas pioneras”; “El Estado nacional y la tecnología emergente”; Anexo I: “Centro de Inseminación artificial “La Elisa-CIALE S. A.. Sus comienzos”; Anexo II: “Cooperativa de inseminación artificial Venado Tuerto-CIAVI. Sus comienzos”; Anexo III: ”Conferencia del Dr. Daniel E. Marzullo” y “Bibliografía”.

La inclusión del las reglamentaciones oficiales que otorgan los derechos y establecen las responsabilidades de todos los que se dedican a esta actividad constituye una ayuda importante para su desarrollo. Además, la cita de los acontecimientos más importantes que se produjeron en el país en cada año en el período comprendido entre l935 y 1974, es un valioso aporte para ubicar al lector en el contexto del ambiente en que se desarrolló la inseminación artificial.

La prosa del Dr. Ostrowski en todas sus publicaciones siempre fue amena, interesante, detallista sin cansar, introduciendo al lector en el tema tratado de tal manera que éste se siente atraído a continuar la lectura sin interrupciones. Y como no podría ser menos, en este libro sucede lo mismo.

La última mención es para la Editorial Hemisferio Sur que lo editó con suma prolijidad, con una tipografía, disposición de cuadros y uso de la negrita, que facilita la lectura.

Como síntesis, se puede decir con O. A. Pérez que escribió el “Prologo”, que la Historia de la Veterinaria Argentina ha recibido un aporte importante con el libro que nos ocupa.

Faustino F,. Carreras, M. V.

FUENTE: Revista de Medicina Veterinaria Vol. 86, Nº 6: 261 - 262; 2005.